EL JUEGO
En la actualidad una de las herramientas educativas o metodología más utilizada es el juego, sobre todo para los niños que se encuentran en la primera infancia (0 a 6 años de edad). Utilizar el juego como un recurso o una herramienta educativa en los niños(as), nos permite introducirnos en el mundo del aprendizaje, aproximándolos a nuevos conocimientos que mejoren su integración en el medio social y cultural en el que se desenvuelven y hacerlos participes de la situación educativa en a que se desarrollan cotidianamente.
Gracias al juego se proporciona nuevas formas que les permiten a los niños explorar y conocer la realidad y las estrategias para operar sobre ésta. Toma relevancia en el desarrollo psíquico, emocional, psicomotor, físico, etc. en la primera infancia; pero antes de adentrarnos en los beneficios del juego como herramienta educativa, primero abordaremos las diferentes definiciones referentes a este concepto, para después expresar los beneficios que la aplicación de los juegos nos puede traer.
La etimología de la palabra juego proviene del latín “iocus”, cuyo significado es diversión, broma. En el Diccionario de las Ciencias de la Educación se define al juego como: “actividad que comporta un fin en sí misma con independencia de que en ocasiones se realice por un motivo intrínseco”.[1] Otra definición significativa es la proporcionada por Escudero y Jiménez quienes lo definen como “aquella actividad que no entra dentro de los límites de la productividad objetiva, sino que contribuye a la formación global de la persona al responder a necesidades del proceso evolutivo.”[2]
Uno de los autores más importantes y que buscan definir el juego desde una perspectiva teoría es J. Huizinga, que en su obra literaria titulada Homo Ludens, presenta la siguiente definición del juego:
“el juego es una acción o una actividad voluntaria, realizada dentro de ciertos límites fijados de tiempo y lugar, siguiendo una regla libremente aceptada, pero absolutamente imperiosa y provista de un fin en sí, acompañada de un sentimiento de tensión y de alegría y de una conciencia de ser de otra manera que en la vida ordinaria.”[3]
Como todo concepto, el juego se encuentra determinado o presenta una serie de características, que han sido aceptadas y proporcionadas por diversos autores, entre estas destacan:
ü Es una actividad estimulante y placentera, debido a que proporciona diversión, disfrute, actitud positiva hacia la vida y contribuye en el aprendizaje de los niños.
ü Induce a la concentración y motivación, asegurando una estimulación y actividad favorecedora en el aspecto cognitivo.
ü Proporciona escape emocional en los niños, como aliviar el aburrimiento, relajar, facilitar y propiciar la relación con los otros, así como conseguir empatía con los demás y evitar las presiones de la realidad.
ü Es espontáneo, voluntario, libremente elegido, libre de presiones, no existe tiempo determinado o específico para realizarse.
ü Supone un reto para dominar lo que es familiar y a responder a lo que no es conocido mediante la obtención de información, conocimientos, destrezas y comprensión.
ü Necesita de un ambiente adecuado, que proporciones seguridad e información cuando sea necesario.
ü El principal protagonista es el niño.
ü Algunos de los beneficios que puede obtener es el desarrollo de la confianza en sí mismo y en sus propias capacidades que ayudan a favorecer su personalidad.
ü Posibilita la exploración de las potencialidades y limitaciones del niño, además de que le permite practicar las destrezas físicas, emocionales, sensoriales y/o cognitivas para conseguir su dominio, desarrollar su flexibilidad y espontaneidad.
ü Permite al niño relacionarse e interactuar con los demás, lo que favorece su desarrollo social y moral.
ü Se puede estructurar a partir del entorno y de los materiales disponibles y recursos existentes de los que en parte depende. Entre una de sus virtudes permite la interacción significativa con el entorno, y el ambiente en el que se encuentra inmerso el niño.
ü Le permite manifestar deseos, conflictos, impulsos, necesidades y emociones.
La importancia del juego en el desarrollo del niño es primordial por las razones ya mencionadas, a tal grado que ha sido considerado como un derecho de la infancia, pero a qué se debe la relevancia del juego o que beneficios puede aportar en la formación y/o evolución de los niños.
El juego provee y favorece un espacio para lo espontáneo, en un mundo donde la mayoría de las cosas están reglamentadas. Los juegos les permiten a los niños descubrir y desarrollar de su imaginación, le permite pensar en numerosas alternativas para resolver una problemática, desarrollar diferentes métodos y estilos de pensamiento, y ayudan a la adquisición y cambios de conducta que le permiten integrarse satisfactoriamente en su contexto. El juego se caracteriza por rescatar la fantasía. La imaginación y el espíritu infantil en esta etapa del desarrollo. Muchos de los juegos implican un regreso al pasado que permite florecer y remontar el desarrollo de la curiosidad, la fascinación, el asombro, la espontaneidad y la autenticidad de las personas.
Beneficios del juego en el desarrollo y crecimiento del niño
El juego es la posibilidad de hacer que de forma espontánea el niño se exprese, cree y aprenda, así como satisfaga algunos intereses y necesidades, que presenta en la primera infancia.
Como ya se había mencionado, el juego trae consigo múltiples beneficios pero nos gustaría recalcar aquellos que son obtenidos por los niños. En este apartado se especifican y puntualizan los beneficios que proporciona el juego como una herramienta educativa.
En general el juego ayuda al niño a aprender de sí mismo, de los demás y del contexto en el que vive. Incita a la iniciativa y a la autonomía. El niño tiene la libertad de eligir cómo, dónde, con quien, a qué jugar y cuándo. Gracias al juego el niño aprende sobre las reglas, normas y conductas que muchas veces les son exigidas por los adultos en el contexto en el que desenvuelve.
A través del juego el niño puede lograr un desarrollo psíquico que le lleve a la compresión, también le permite dramatizar y convertirse en lo que ellos quieren o desean (juego de roles). Como se mencionó anteriormente, el juego ofrece al niño una gama de situaciones que permitan al pequeño expresar sus emociones y sentimientos. En la siguiente tabla, se expresan cuáles son los factores que favorecen los juegos como elemento insustituible en la educación.
TABLA 1. Aspectos de desarrollo que favorece el juego[5] ÁREA DE DESARROLLO | ASPECTOS DE DESARROLLO |
Psicosociales | Toma de contacto entre los participantes. Afirmación de la personalidad. Confianza en las decisiones. Cohesión e integración con el grupo. Comunicación con el grupo y desinhibición personal. Cálculo de estrategias. Cooperación de los demás. Centrar la atención e impulso a la participación. Autoestima y Autoconcepto. Motivación y capacidad de iniciativa. Concentración y memoria. Conocimiento mutuo y comprensión de los aspectos conflictivos en las relaciones sociales. |
Sentido de lo concreto, destrezas | Creatividad, ingenio y desarrollo de los sentidos. Expresión corporal, verbal, musical, etc. Observación y descubrimiento de la naturaleza, la ciudad, etc. Aprendizaje de técnicas variadas. Comprensión de situaciones y búsqueda de alternativas. |
Desarrollo físico, salud | Desinhibición corporal, calentamiento, resistencia, equilibrio, agilidad, flexibilidad y reflejos. Expresión corporal, control de la lateralidad y conocimiento del cuerpo. Hábitos de salud. |
Otros | Concentran la atención. Distensión. Ameniza una actividad que resulta aburrida. |
Fuente:
La utilización del juego como herramienta educativa suele ser muy significativa, ya que la práctica de un solo juego ayuda a favorecer todos los aspectos del desarrollo del niño como el cognitivo, el emocional-afectivo, el físico, sensorio motor, el moral, el social, etc. Gracias al juego planeado o espontáneo los niños aprenden, crean, y modifican muchos de sus conocimientos y habilidades.
Las maestras los padres de familia deben estar pendientes y alertas para satisfacer las necesidades e intereses de los niños. Deben impulsarlos a aprender cosas nuevas mediante la introducción de lo desconocido, lo que permite a los niños un desarrollo óptimo y favorable, y una alternativa para ello es la utilización del juego.
[1] Arranz, Juan Diego. Juegos al aire libre. Educación infantil y primaria. Madrid, España : Escuela Española. Pp. 9 [2]Arranz, Juan Diego. Juegos al aire libre. Educación infantil y primaria. Madrid, España : Escuela Española. Pp. 9 [5] Carrasco, Rafael Pulet. (1995). Juegos de animación en educación infantil y primaria. Granada, España : ALJIBE. Pp. 16 – 17